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Telepsiquiatría: la alternativa para tratamientos remotos

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Desde hace un tiempo, el uso de la tecnología ha permitido llegar a un número mayor de personas que la terapia tradicional. De hecho, en los últimos años, los programas de intervención basados en el uso de nuevas tecnologías han ido mostrando su eficacia en diversos problemas de salud mental, principalmente en zonas en las que no siempre se tiene cerca a un psiquiatra, como lo es el mundo rural.

En el último Congreso Mundial de Psiquiatría, celebrado hace pocos días en Madrid, España, se realizó una mesa redonda en la que se puso en evidencia la eficacia de la telepsiquiatría en las zonas más remotas del planeta.

La mesa, dirigida por Scott Zeller, psiquiatra reputado de California, EE.UU., contó con la participación de diversos expertos internacionales de la salud mental, como Avrim Fishkind (EE.UU.), Eduardo Borbon (EE.UU.), Dywayne Bennet (Reino Unido), Ian Dawe (Canadá), y Jennifer Chipps (Sudáfrica).

Todos coincidieron en que la telepsiquiatría es un sistema “muy accesible, que puede estar disponible en cualquier momento y en diferentes entornos clínicos y otros contextos”.

También agregaron que puede servir como coadyuvante de los tratamientos que el psiquiatra administra, liberando tiempo clínico, ahorro de costos o proporcionando un tratamiento más específico adaptado a las necesidades del usuario.

Avirm Fishkind dirigió el grupo de trabajo clínico para el rediseño de los servicios de manejo de crisis del estado de Texas. Allí construyó un nuevo sistema de emergencia psiquiátrica, basado en la telepsiquiatría, cuyas principales ventajas fue que permitió dar respuestas in situ en donde se produce un requerimiento de asistencia psiquiátrica, como en centros penitenciarios.

Aunque este sistema ha generado el apoyo de la comunidad psiquiátrica, su implementación en las redes asistenciales es aún bajo.

En el caso de la depresión, las intervenciones de baja intensidad se ofrecen a aquellos pacientes que presentan sintomatología depresiva leve o moderada.

Entre las ventajas de sistemas tecnológicos, como la telepsiquiatría, los expertos indicaron que “ayudan a acercar a los pacientes a la psiquiatría”. Sin embargo, aclararon que “su uso no debe sustituir las terapias tradicionales. La telepsiquiatría no sirve para tratamientos psiquiátricos complejos en los que es necesario el contacto paciente-profesional”.

“Aunque es un campo prometedor, también es cierto que muchos pacientes no siguen o rechazan la telepsiquiatría. Por ello, es necesario aún investigar mucho más y conocer qué perfil de pacientes podría beneficiarse de este tipo de psicoterapia y qué pacientes la rechazarían”, concluyeron.