En la infancia, la frecuencia de la depresión es similar en ambos sexos, pero en la adolescencia el porcentaje es dos veces superior en el sexo femenino. Las tasas de depresión son muy superiores a las encontradas en la población prepuberal: 5-6 %. Desafortunadamente, alrededor del 70% de los deprimidos en esta etapa del ciclo vital no reciben tratamiento.
El adolescente puede presentar menor conciencia de su propio malestar y si bien puede reconocer que tiene mal humor y se irrita con facilidad, no se considera a sí mismo como enfermo del ánimo. Especial preocupación debe existir por los hijos de padres que padecen o han padecido enfermedades del ánimo.
Junto con la vulnerabilidad genética se debe conocer el entorno psicosocial y familiar del paciente para identificar la presencia de eventos vitales adversos. Para ello, la entrevista familiar es relevante: el lugar que ocupa el adolescente en su familia, las características de los roles parentales, conocer los conflictos. Además se debe conocer el rendimiento estudiantil y conducta escolar y confirmar la información dada por los padres.
Comparada con la depresión en adultos, en los adolescentes el humor predominante es la irritabilidad más que la tristeza, con baja tolerancia a la frustración y crisis de ira. El estado de ánimo puede fluctuar y es influido por el ambiente. Son también más comunes las molestias somáticas (cefalea, problemas digestivos), con frecuencia, gran sensibilidad a la crítica, al rechazo y fracaso.
El retraimiento los lleva a aislarse de los familiares, pero tienden a mantenerse en contacto con algunos amigos. Si bien, la mayoría de los adolescentes se recupera, muchos casos pueden presentar sintomatología residual y, con frecuencia, aparecen recaídas.
Muy relevante es tomar en cuenta que al menos el 20% de los adolescentes deprimidos pueden ser bipolares, es decir, el inicio precoz es uno de los predictores de curso bipolar. Al respecto, el antecedente de historia familiar de enfermedad bipolar y el cambio brusco de depresión a aceleración/hiperactividad en coincidencia con el tratamiento con antidepresivos es sugerente de depresión de tipo bipolar.
Dr. Pedro Retamal C.
Profesor Asociado
Facultad de Medicina. Campus Oriente.
Universidad de Chile.