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Vacío Existencial

La ignorancia es entonces el origen de todos los males. … La ignorancia es una enfermedad del alma (Platón, Timeo: 86b-c). Ignorar significa “creer que se sabe, cuando en realidad no se sabe”; es decir, lo que se cree saber está ausente de ser, de orden, no sólo no es el ser, sino aún más, no es el no-ser”.

La enfermedad del ánimo denominada por la medicina como Trastorno del Ánimo Bipolar, es un motivo para que el paciente no se permita “creer saber porque en realidad no sabe”; no sabe que es profundamente necesario reflexionar sobre la raíz de “su propia esencia”, que sus propios conflictos emocionales no son porque sí, como también debe entender que no tienen valor alguno quienes lo han perjudicado, además de lo necesario que es cambiar el orden y prioridad de sus pensamientos, para conseguir mejoría personal y la de su familia.

En una de las tantas charlas donde mi familia participó, para entender cómo ayudarme a conseguir el equilibrio, mi marido le consultó al Dr. Pedro Retamal ¿Cuál era el mejor médico para ayudar al paciente? Y la respuesta fue: “El mejor médico es aquel que encuentra, acierta, con el tratamiento para el enfermo”.

En mi caso ha sido cierto, pero esa fortuna de conseguir el tratamiento apropiado, no es suficiente para conseguir recuperar el vacío existencial, sino que es solo el primer paso para lograr saber qué es lo que nos debilita.

Toda respuesta está en nosotros mismos y podremos compartirla con nuestro médico-psiquiatra o con los psicólogos, pero es uno mismo quien ha de saber ante todo a qué tememos, siendo el miedo el principal síntoma que nos atrapa, nos enjuicia, nos asusta y nos quita la paz.

Los miedos son la raíz del desequilibrio, generalmente, no siendo el paciente culpable de una falta, el temor lo hace sentir que si lo declara es una falta, entonces, queda entrampado en la enfermedad.

Muchos pacientes no se atreven a compartir sus conflictos con los profesionales y muchas veces siendo algo que a la persona le parece tan grave y difícil de declarar, basta dejarlo salir para que se diluya, se escape y experimente tranquilidad.

Ignorancia “es creer que se sabe, cuando en realidad no se sabe”.

Aquel que tiene solo miedo y rabia ha de saber buscar dónde y cómo se encuentra la paz.

Susana Rodríguez Hidalgo