Blog

El litio en situaciones especiales

Una de las características más relevantes del lito, es que consigue mantener en buenas condiciones al 60-80% de los pacientes bipolares y, habitualmente, su suspensión conduce a la recaída de todas las personas en un lapso variable. Sin embargo, su eficacia podría verse comprometida frente a algunas situaciones que pueden significar riesgos, y ante las cuales es necesario tomar precauciones especiales.

Litio y embarazo

En general, se estima que el litio puede provocar malformaciones en el primer trimestre de gestación, razón por la cual debería suspenderse. Esto implica que el embarazo podría planificarse, eligiendo el momento más adecuado: mayor estabilidad emocional, estado anímico bien compensado en un lapso prolongado, primer trimestre en estación del año en que no han existido episodios previos, predicción de ausencia de factores estresantes.

Es importante considerar que la interrupción del tratamiento puede desencadenar una fase maníaca o depresiva, y como han surgido dudas razonables respecto de la frecuencia con que el litio produce teratogenicidad (malformaciones congénitas) se está considerando que en algunos casos graves la madre pueda seguir empleando el medicamento, sobre todo porque la reaparición de un nuevo episodio pone en riesgo a la madre, al embrión y su íntima relación biológica.

Sin embargo, la norma general es la suspensión del fármaco los primeros tres meses y su reinstalación en el resto del embarazo. Por lo tanto, las mujeres de edad fértil deben tomar precauciones anticonceptivas (algunos estabilizadores del ánimo como carbamazepina, pueden disminuir la eficacia de ciertos anticonceptivos orales por lo que se debe reajustar la dosis o el tipo de anticonceptivo utilizado).

Si se produce el embarazo y se considera peligroso por el riesgo de malformaciones, en algunas parejas se puede presentar la disyuntiva de interrupción y aunque en realidad el riesgo de malformaciones por litio es muy bajo, el conflicto ético y psicológico es muy importante.

Para evitar efectos sobre la vitalidad del recién nacido conviene suspender el litio días antes del parto y reinstalarlo al día siguiente, ya que la decisión más segura es continuar con la profilaxis , pero en tal caso el lactante no debe ser amamantado , pues el litio pasa a la leche materna.

Durante el curso del embarazo se debe vigilar más estrechamente el nivel plasmático, siendo más probable que las pacientes requieran dosis algo más elevadas en vista del aumento de peso y volumen líquido. Considerando los intensos cambios por el parto, se requiere disminuir la dosis en alrededor del 50% en el postparto, reducción que debería ser gradual desde los días previos. Posteriormente se podrá elevarla dosis de acuerdo con la litemia.

Dieta, sal y litio

Las personas obesas que deciden bajar de peso, y comen menos alimentos y toman menos cantidad de líquido, deben cuidar la ingesta de sal, ya que también inadvertidamente pueden disminuirla, provocando así una elevación de la litemia, puesto que existe una especial interacción entre el sodio (cloruro de sodio de la sal de cocinar) y el litio, de manera que la eliminación renal de este último requiere una cierta cantidad de sodio. Por otra parte, estas personas también suelen utilizar diuréticos, que junto con la disminución de ingesta de sodio, provocará un aumento de litio en el plasma, con el peligro de intoxicación. Una indicación práctica para los pacientes que decidan y necesitan disminuir su peso es señalarles que, para hacerlo sin riesgo, requieren de la colaboración conjunta del psiquiatra y el internista u otro especialista.

Existe una correlación significativa entre obesidad y enfermedad bipolar, y muchas no saben que sufren o han sufrido síntomas, en general, suaves aceleraciones y depresiones. Hoy es cada vez más frecuente el empleo de cirugía bariátrica, que lleva a rápida disminución de peso, y si la persona está con litio será necesario medir litemia y, seguramente, una nueva dosificación

Intervenciones quirúrgicas

En general no existen contraindicaciones respecto de la anestesia general, pero igualmente importante es reducir las dosis de litio 2 o 3 días antes de una intervención y suprimirla el día previo; una vez que se ha restablecido el equilibrio hidroelectrolítico y se ha estabilizado el estado general, se puede reinstalar el tratamiento.

Electroshok

En el caso de la terapia electroconvulsivante conviene suspender el litio con la mayor anticipación posible (a lo menos una semana), ya que su asociación con esta terapia tiende a aumentar las alteraciones cognitivas, sobre todo fallas de memoria.

Otras situaciones

Cambios en los niveles de electrolitos (sales corporales) en el plasma sanguíneo, con la consiguiente elevación del litio, pueden ocurrir con los desplazamientos hacia zonas geográficas con clima tropical que unido a un aumento de la actividad física pueden disminuir el sodio corporal.

En general, cualquier situación especial, así como las reagudizaciones depresivas y maníacas hacen necesaria una medición de litio y a la brevedad cuando existe riesgo o sospecha de litemia elevada con el riesgo de intoxicación.

MODIFICACIÓN DE LOS NIVELES PLASMÁTICOS DE LITIO

1.- Episodios febriles
2.- Intervenciones quirúrgicas
3.- Parto y posparto
4.- Embarazo
5.- Cambios climáticos
6.- Dietas
7.- Ingesta masiva (accidental o premeditada)

Prof. Dr. Pedro Retamal C.
Director Departamento Psiquiatría.
Campus Oriente. Facultad De Medicina.
Universidad De Chile.